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inteligencia emocional

Inteligencia Emocional: hacia una vida tranquila y equilibrada.

Somos seres sentí-pensantes. Esto es, nos aproximamos a la realidad también desde nuestras emociones. La manera en como las manejamos, define muchas veces el éxito o el fracaso que tenemos en algunas situaciones de la vida. Es probable que en muchas ocasiones, manejarlas mal haya sido causa de problemas. No todo depende de nuestra inteligencia racional, sino que las emociones también definen patrones de comportamientos que pueden ser catalizadores de solución o verdaderos obstáculos para entendernos con los demás, por eso se hace necesario hablar de inteligencia emocional.

Creo que el camino de la felicidad pasa por el buen manejo emocional. Podemos ser muy inteligentes racionalmente, pero si no somos capaces de usar bien nuestras emociones, no seremos felices. Por ello, es casi una imposición vivirlas adecuadamente. Creo que en este camino se hace necesario que aprendamos a identificar qué es lo que sentimos cuando sentimos, aceptar lo que estamos sintiendo sin negaciones inútiles, controlarlo y usarlo como motivación para la realización de nuestro proyecto de vida. Esto es lo que Daniel Goleman nos proponía como Inteligencia Emocional. Así las cosas, se sigue que para ser felices, tenemos que trabajar en el desarrollo de nuestra Inteligencia Emocional.

Muchos problemas propios y con los demás, se pueden evitar si aprendemos a darle un uso adecuado a nuestras emociones. Si somos buenos administrándolas, tendremos la posibilidad de responder de la manera adecuada a los estímulos que a diario recibimos. Precisemos: no somos buenos gestores de las emociones solo cuando percibimos la que estamos experimentando, sino también cuando la controlamos, la regulamos, cuando somos capaces de comprenderla y usarla con el fin de lograr un tipo de crecimiento.

Crecemos cuando descubrimos que podemos poner control a nuestra vida. Cuando no nos dejamos llevar por los impulsos y entendemos que los demás también sienten. Cuando nuestras acciones están guiadas más por la razón, y aprendemos a poner el pensamiento en un lugar importante, antes de la actuación por el mero deseo. Ser inteligente emocionalmente, implica aprender a conectar las palabras que salen de nuestra boca con el contexto en el que nos encontramos.
Esta inteligencia, permite desarrollar en quienes la trabajan, muchas habilidades que tienen que ver desde la capacidad de estar bien consigo mismo, hasta relacionarse de una manera sana con los demás. Permite que en la relación personal, se pueda generar un pensamiento optimista que conduzca a la automotivación, utilizando las emociones como un medio para ello, apuntándolas a un objetivo personal. Mientras que, en las relaciones interpersonales, concede la posibilidad de desarrollar habilidades sociales, tales como la escucha y la comunicación asertiva, partiendo de un sentir empático.

Creo que hay muchas cosas que nos ayudan a identificar qué tan buenos somos manejando emociones. Acá quiero compartir características de las personas que considero, lo son y que al tiempo pueden ayudar a evaluar nuestra vida y nuestras capacidades en este aspecto:

1. La inteligencia emocional les hacen entender que el pasado ya pasó:

El pasado no lo podemos cambiar, pero sí podemos transformar las emociones con las que reaccionamos en esos momentos. El pasado ya fue. Queramos o no, lo tenemos que aceptar tal cual sucedió. Hay que realizar un esfuerzo por hacer que el presente sea consecuencia de los aprendizajes que el ayer nos permitió tener. Es inútil y masoquista condenarnos a vivir esperando que las cosas sean como antes, o aún peor, cargando con los errores que ya fueron. Es necesario aprender a vivir en el hoy, sin permitir que lo que sucedió se convierta en un aliciente para perder el control emocional o la motivación para seguir luchando por el cumplimiento de nuestro proyecto de vida.

Solo quien acepta y sana su relación con el pasado, tiene la posibilidad de poner una mejor cara al momento presente. Estoy seguro que cuando se asume el tiempo que pasó como el parangón de nuestras acciones, nos obligamos a estar encarcelados en un eterno: todo pasado fue mejor.
Hay que encontrar en el presente, mejores formas de ser, de sentir y de dar lo que tenemos en el corazón. Tenemos que concentrarnos en las emociones del hoy y trabajar en ellas, para que el aprendizaje que tuvimos del ayer sea integral.

2. Toman decisiones sin dar la batuta a las emociones:

Las emociones tienen un rol fundamental en las decisiones. Ellas tienden a empujar nuestro decidir, por eso si no conocemos muy bien lo que sentimos, es mejor no tomar decisiones. Es preferible reconocer y manejar la emoción que estamos experimentando, entenderla y entendernos a nosotros.

Muchas veces por apresurarnos y tomar decisiones con ira, o con profunda euforia, acabamos desacertando y haciendo lo que nos daña y daña a los que están a nuestro alrededor. Es mejor detenerse, controlar lo que se siente y pensar con serenidad y claridad.
Es inteligente emocionalmente aquel que desde sus emociones, es capaz de razonar y así decidir acertadamente. No podemos estar dispuestos a destruir todo nuestro proyecto de vida por una mala decisión y menos si es tomada en un momento de descontrol emocional.

3. La inteligencia emocional les lleva a comprender que es normal sentir emociones fuertes:

No hay que negarse a sentir. Alguien que es inteligente emocionalmente, sabe que es posible experimentar cualquier emoción, y entiende que lo importante es saber reconocerla, aceptarla y usarla a favor de los objetivos existenciales. Sentir emociones que desbordan, es tan normal como respirar. Está bien no estar bien de vez en cuando. Lo importante es aprender a asumir cada una de las cosas que sentimos y encaminarlas hacía un buen lugar, siempre buscando no dañarnos ni dañar a los demás.

No es adecuado suprimir emociones. Todo lo que se guarda, con el paso del tiempo pasa cuenta, o acaba pudriéndose y dañando muchas cosas alrededor. No está bien ocultarse a uno mismo las emociones. En ocasiones hay que sentarse y tratar de entender lo que se siente, de eso, a la larga, hemos dicho que se trata un poco la inteligencia emocional.

4. Controlan rápidamente el desequilibrio:

Es normal que en algún momento, sintamos que nos desequilibramos, que una situación nos hace perder el control, y nos lleva a crisis intensas. Pero es bueno saber, que también hay posibilidad de salir de ellas, de crecer como seres individuales y sociales desde el control emocional.

Cuando una persona con sus palabras, o alguna situación externa, nos estimula a desestabilizarnos, es bueno tranquilizarnos y entender que somos responsables de lo que sentimos . También que podemos tratar de sentir de una manera distinta: Tengamos claro que cuando nuestras emociones y nuestra tranquilidad dependen de otros, dejan de ser nuestras. No hay mayor error que empeñar la vida emocional. Eso nos hará dependientes y esclavos de lo externo.

5. Quienes practican la inteligencia emocional: Manejan las emociones con tranquilidad:

Si hay que llorar, se llora; o si toca que reír a carcajadas, se ríe; si es necesario sentir miedo, se siente miedo; no hay lío en ninguna de esas cosas. La tranquilidad es a veces, saber que esas sensaciones no son eternas, y que ya mañana, o en un mes, todo puede ser mejor. Hay que aprender y tener siempre claro cómo controlar las emociones, esto si es que se quieres ser realmente feliz. Sin duda, el primer paso para conseguirlo, es entender qué se siente y por qué se está sintiendo. De esta manera es mucho más fácil descubrir caminos que lleven a la tranquilidad.

Asumamos con responsabilidad lo que sentimos, vivamos con tranquilidad, entendiendo que siempre se puede darle un manejo adecuado a las emociones, en la medida en que nos formemos en este aspecto. Que ese manejo nos lleve también a relacionarnos con los demás, entendiendo que también ellos sienten, y de esa manera conectando empáticamente con sus emociones. Esto sirve también para establecer relaciones sanas, marcadas por la solidaridad, el respeto y muchos otros valores que son importantes.

Sin duda, es necesario que busquemos maneras de formarnos en este aspecto de nuestras vidas, que no le demos poca importancia a las emociones, porque de ellas muchas veces depende el éxito que tengamos en la consecución de nuestras metas, en la medida en la que aportamos todo lo que sentimos a la construcción de un proyecto de vida, y también, en la construcción de relaciones sanas que nos aporten sentido. Esto queda en las manos de cada uno, y acaba siendo el reto para quienes han leído este artículo.

En el siguiente vídeo, podrás encontrar más profundidad en el tema: https://www.youtube.com/watch?v=biOlknGCwSU

    1 Comentario

  1. neivishappy
    16 junio, 2020

    Gracias Padre Alberto Linero , para mi lo sigue siendo . Yo lo conocí en un evento del minuto de Dios en la plaza que esta al lado del planetario en bogota . Nos tomamos una foto . Lo quiero muchísimo , lo admiro , lo respeto . Por su inteligencia , su manera de decir las cosas , por su convicción de ver el mundo .Usted es mi Ídolo en la tierra . Le doy gracias a Dios todos los días por su vida y su familia dichosos ellos y todos nosotros de tenerlos . Quisiera comprar los cursos pero estoy desempleada soy auxiliar de enfermería y renuncié el 39 de abril por lo de la pandemia . Cuando Dios permita emplearme lo haré con el mayor de los gustos . Mi amado Jesús continúe sumergiendolo en su infinita misericordia , cuidense mucho . Feliz día lleno de bendiciones. ..